Stella Fuentes

De San Pablo

Blanver planifica invertir R$300 millones, en los próximos cinco años, para nacionalizar la producción de medicamentos e insumos farmacéuticos activos (IFA) que hoy son importados por Brasil y tiene como principal destino la red pública. Después de viabilizar la oferta de una terapia contra el HIV con producción 100% nacional en el Sistema Único de Salud (SUS), la farmacéutica apuesta sobre todo en las áreas de oncología y HIV y hepatitis con el nuevo paquete de proyectos.

Los recursos serán aplicados en diferentes iniciativas, desde licenciamiento y compra de moléculas hasta infraestructura, e incluyen R$ 70 millones para proyectos de investigación y desarrollo (I+D) que están bajo secreto. Proyectos ya aprobados por la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep), considerados estratégicos para el país, aseguran R$ 200 millones para financiar las inversiones previstas para los próximos años.

Al mismo tiempo, expresa el CEO Sérgio Frangioni, la farmacéutica seguirá ampliando la oferta de tratamientos por medio de acuerdos con laboratorios extranjeros, como la recién firmada colaboración con la francesa Pierre Fabre para la comercialización de dos medicamentos quimioterápicos.

También en este frente, Blanver espera el registro de Ixempra (ixabepilona) en la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), para iniciar su distribución en el país. Usada en el tratamiento del cáncer de mama, la terapia desarrollada originalmente por Bristol-Myers Squibb fue comprada por la americana R-PHARMUS en el 2015.

«Estamos ampliando las colaboraciones con pequeñas y medianas farmacéuticas que no tienen hub en Brasil», explica Frangioni. La farmacéutica nacional posee también el registro del Rivotril (clonazepam), que era del laboratorio Roche, en el país y firmó una colaboración con Biopas para la comercialización del medicamento.

Conforme el ejecutivo, Blanver dio inicio al proceso de registro en Anvisa de siete genéricos de medicamentos europeos, que podrán llegar al mercado brasileño con precios más competitivos. «En Brasil, el precio es fundamental para el acceso al tratamiento», expresó. En el 2022, la compañía debe facturar entre R$ 550 millones y R$ 600 millones.

En su evaluación, después de la pandemia de covid-19, quedó «evidente» que Brasil no puede depender del suministro externo de insumos estratégicos. Hoy, el 95% de los principios activos usados en la fabricación de medicamentos es importado, principalmente de China y de la India. Y las materias primas más usadas en la producción local de IFAs son 100% importadas.

La propia Blanver, explica, tiene que importar las materias primas que usa para producir IFAs localmente, pero no hay plan de actuar también en esta etapa del proceso. «Preferimos actuar en cadenas más tecnológicas», expresó el ejecutivo. Con dos fábricas en São Paulo – una de medicamentos en Taboão da Serra y una farmoquímica (de IFAs) en Indaiatuba -, tiene capacidad instalada para satisfacer la demanda hasta el 2024. Planes de ampliación ya comienzan a ser evaluados.

La farmacéutica es reconocida sobre todo por su fuerte actuación junto al Ministerio de la Salud en el tratamiento del Aids y en genéricos. Actualmente, Blanver mantiene una Colaboración para el Desarrollo Productivo (PDP) con Farmanguinhos (de Fiocruz), garantizando el abastecimiento al SUS de la profilaxia pre-exposición al HIV (PrEP) que combina Tenofovir y Entricitabina. Para este año, la previsión es suministrar 16,2 millones de pastillas que contribuirán para subsidiar políticas públicas de prevención a la enfermedad.

Blanver también ofrece la versión genérica y similar de la PrEP, cuyo medicamento de referencia es Truvada, en las grandes redes de farmacia del país.